lunes, 12 de diciembre de 2016

50 PESOS





Cuando ando por los pueblos me gusta ir haciendo paradas y hacerle fotos a cosas que me llaman la atención. Como yo digo cuando estoy viendo una posible foto: "la estoy sintiendo".
Cuando llegué al puesto de frutas donde estaban estas amables personas, en El Mamey, camino a Punta Rucia, me detuve con el pretexto de comprarle un aguacate a la señora, para al final hacerle la foto. Me desmonto sin la cámara (la gente tiende a asustarse cuando ve cámara) y voy y me le acerco:

- Saludos mi doña, ¿cuánto cuesta un aguacate?
- Son 10 pesos mi hijo.
Le paso 50 pesos y me dice:
- Yo no tengo cambio pa' eso mi hijo. Llévatelo así.
El que me conoce sabe que se me aguaron los ojos ahí mismo. Cómo esa señora, sin pensarlo, al no tener cambio, prefirió que me lo llevara sin pagarle.
- Tenga los 50 mi doña. No se preocupe.
- Ay mi hijo, que Dios te bendiga. Muchas gracias. Llévate estas dos naranjas también.
- No se ponga a eso, ¿Le puedo tomar una foto junto con el señor y el burro?

La señora accedió a la foto y estaba de lo más contenta junto con el señor. Incluso ella le dijo al hombre que sonriera, porque él estaba medio chivo, aunque al final ahí estaba con su burro al lado.

Donde menos piensan aparecen las personas que nos dan lecciones de vida, gente que sin haber ido a la escuela, viviendo en condiciones mínimas, están llenos de la bondad y la humildad que nosotros, la gente de ciudad, la gente que ha estudiado, y sobretodo la gente que prefiere compartir y reunirse con un celular y 5 aplicaciones abiertas en la mano, no tenemos.

Tomemos un momento para mirar a nuestro alrededor y ver la gente que necesitan 2 minutos de nuestra atención, un saludo, una sonrisa. El mundo no cambia con un gesto amable que brindes, tú sí.


jueves, 16 de octubre de 2014

UN LUGAR? Aquí... UN MOMENTO? Ahora...

Lo más cerca que he estado a tener un hijo es por lo que estoy pasando en estos momentos. No se si es la mejor forma de iniciar este post, pero luego de 6 minutos pensando cómo arrancar, en lo que se averigua el caso, ya empecé.

Siempre me han enseñado que se debe soñar en grande, pero a mi ni dormir me gusta, siento que pierdo tiempo. Dormir para mi es la forma más pendeja de dejar ir las horas y perder lo que resta del día porque en la noche ya hay que volver a dormir. De lunes a lunes ya a las 6:40am o antes estoy despierto. Pienso que la mejor forma de soñar en grande es estar bien despierto y aprovechar cada hora del día luchando por eso por lo que soñamos.

“Tú ta loco”…. “Eso es muy arriesgado”…. “papá vete por lo seguro” …. Esas son las impresiones que te indican que vas por buen camino. La mayoría de la gente tiene miedo de emprender proyectos, no se salen de los paradigmas, les provoca temor salir de la zona de confort y por esta razón es normal que cuando les presentas un proyecto que quieres emprender te reciban con este tipo de comentarios, los cuales son necesarios para demostrarte a ti mismo que contra cualquier pronóstico sí puedes.

Luego de esta introducción estilo Og mandino o de un motivacional y arjonístico Paulo Coelho, les paso a contar en qué punto de mi vida me encuentro.

Soy estudiante de término de Ingeniería Industrial que por X o por Y aún no tiene el título en sus manos. Tengo 7 años trabajando en una empresa donde me he desarrollado en mi área, logísitca específicamente.

A mediados de este año tomé la decisión de tener como prioridad terminar la universidad y dejar a un lado hasta nuevo aviso, todo lo que pueda ser considerado como distractor.

Lo interesante inicia aquí. Siempre he sido más de música, fotografía, interactuar con la personas, tener un medio para expresarme a través de lo que tenga al alcance. Toda mi vida me ha gustado la fotografía y siempre que he tenido una cámara no paro de tomar fotos.

En 2009 hice un viaje a Boston y gasté casi la mitad del dinero que tenía disponible comprando una CanonPowershot S5IS, una cámara normal, que para mis necesidades era más que suficiente. Descargué tutoriales, veía videos y tomaba muchas fotos.

Una vez me abrieron el carro y dentro del botín los ladrones se alzaron con la cámara. Mi amor a la fotografía seguía vivo gracias a un Sony Ericsson k700, posteriormente un iphone 3, luego 4……. Hasta que me decidí por volver a comprar la misma cámara, esta vez por Internet. Fue como reencontrarme con un viejo amigo que a pesar del tiempo, el cariño seguía siendo el mismo.

Hace alrededor de un mes mi hermana me preguntó si podía, por motivos de aniversario, tomarle unas fotos a la comunidad católica de pareja a la cual pertenece, con mi cámara, que como les comenté, no es profesional ni mucho menos. Le pregunté que si ella estaba consciente que no soy fotógrafo y que la cámara no es lo último de los muñequitos. Que si sabiendo eso estaba de acuerdo, yo con todo el gusto iba y le tomaba las fotos.

Llegó el día y yo super emocionado. Me metí en el personaje de fotógrafo y hasta me raneaba por el suelo, les daba ideas para posar, les pedía una sonrisita, los ponía a mirar al horizonte como que no sabían que era a ellos… etc…

Duré como tres días con esa sesión de fotos en la cabeza y esa fue la chispa que necesitaba para emprender un proyecto que involucrara una cámara y mi persona de manera formal.

Me empecé a asesorar con gente que he conocido en las redes, fotógrafos que no necesariamente viven de eso, pero que soy fan de sus fotografías, y que sabía que con lo jodón que soy y lo mucho que pregunto, no iban a tener un no al momento de consultarles cualquier duda o pedirle alguna recomendación.

La cámara que compré para iniciarme fue la Nikon D5200. Aproveché una que venía con un lente y le compré otro lente adicional. También compré un bulto. Como aduana estaba cobrándome RD$ 16,000 por concepto de impuestos para poder sacarla, la mandé a comprar con mi mejor amigo que vive en Miami y viene en noviembre a casarse. Compré los reflectores por Amazon y debido a que ya se me ha ido un par de pesos y tengo un presupuesto reducido, iré comprando los demás accesorios despacio.

El sábado 18 de octubre inicio en Infotep un curso de fotografía, que gracias a unan amiga que trabaja allá, conseguí cupo.

El logo del proyecto lo trabajó un amigo, lo cual no fue gratis. El nombre debo registrarlo a ONAPI.
Poco a poco le sigo dando forma a algo que estoy trabajando con mucha pasión y amor y algo a lo que apuesto. Es el primer proyecto que emprendo y al inicio escribí que es lo más cerca que he tenido de un hijo, porque estoy pendiente a cada detalle y siempre estoy leyendo y buscando informaciones con todo lo relacionado a esto. Ahora entiendo esos anuncios de los bancos cuando  la gente que solicitaba un monto para iniciar algún proyecto, se los aprobaban.

Mis días inician dando gracias a Dios y poniendo todo en manos de El a las 5:13am y no tienen hora para finalizar. Me levanto a preparar la comida que llevo al trabajo. Hago clases y estudio en cualquier rato libre que tengo en el trabajo. Salgo del trabajo para la universidad, tomo clases y luego para la casa a ponerme a ver videos sobre fotografía, iluminación, manuales de la cámara y todo lo relacionado con el proyecto. He dejado de lado muchas cosas para enfocarme en lo que es prioridad para mi en estos momentos. Pensaba que era tarde para hacer todo esto, pero tarde es lo que nunca inicias y ya yo arranqué.

Si continúo con la misma consistencia con la que inicié, sé que llegaré a feliz término con mis planes, y si me caigo o no se da, pues me vuelvo a levantar. Del gimnasio aprendí que todo es poner disposición y amor a lo que hacemos. Dije que quería cuadritos y reducir el nivel de grasa y de paso hasta aprendí a cocinar. Ahí están los cuadritos que no quieren borrarse por más desarreglos que haga y aunque soy loco enfermo con el gym, hay que priorizar.

Estoy como los caballos, no veo para los lados, no escucho comentarios de desaliento ni negativos. Que hay 50 fotógrafos por cada banca de apuesta? Gran vaina. Yo decido si tendré éxito o no, mientras tanto estoy muy feliz y con mucho ánimo.


Si usted es buena chapeando, comience a chapear, pero comience. Si usted puede vivir de las redes sociales, póngase a tuitear o subir fotos a Instagram como un loco, pero comience. Preocúpese por el día de hoy que el de mañana traerá su afán. No se puede soñar en grande si no cumple con pequeños sueños. Y sonrían y sean felices ahora, que al final usted nunca verá a un muerto en una caja con una sonrisa.

miércoles, 10 de septiembre de 2014

ESO NO FUE LO QUE YO ENTENDÍ

En esta ocasión usted va a interpretar esta entrada como considere. Las palabras las interpreta el receptor como más le convenga y sobre esto trata el post.

Muchas veces no basta con solo expresar una idea, a veces hay que explicarla, dejar claro lo que quisimos dejar dicho para evitar malas interpretaciones o que tergiversen lo que sin mala intención se dijo.

La personalidad de cada quien va a influir en la forma como se entienda un mensaje.

Una persona de las que "todo le jiede y nada le huele" donde hay una solución ve un problema, donde hay un "buen día" te pregunta que de qué buenos días tú estás hablando si "hoy es lunes y el día amaneció lloviendo". Ese tipo de personas son las que tienden a mal interpretar lo que le dicen. No podemos quitarle la cuota de responsabilidad a esos que no saben comunicar, pero la mayoría de las veces el fallo lo tiene quien recibe el mensaje.

Voy a poner un ejemplo, el cual me inspiró a redactar este post, donde queda de manifiesto que las personas entienden las cosas según sus criterios, sin detenerse a ver el macro de la situación, sin preguntar qué quiso el otro dejar dicho y tomándolo todo a la ligera.

Hace unos días estaba yo en mi casa, un sábado de esos que no me toca trabajar pero que mami eleva su nivel de hacer oficios a la enésima potencia, tirado en mi cama. Solo estamos la joven que va a ayudar a hacer los quehaceres y yo. Pues yo, al ver que el hambre estaba por picarme, me paro de la cama y pongo 4 plátanos maduros, dos para ella y dos para mi. No le pregunté si quería porque por lo regular la gente cuando ve que tú le preguntas, tiende a pensar que es que no le quieres dar. Dejo los plátanos en la olla y vuelvo para la habitación, Pues a mi se me han olvidado los plátanos y me paro corriendo a revisarlos. Cuando llego a la cocina veo a la muchacha y veo los plátanos apagados. Yo le digo:
- Ay mi madre, por poco y se nos queman los plátanos, gracias.
- ¿Se nos queman? Se te queman a ti que fue que los pusiste!!!!

 ..... sin ella saber que dije "se nos queman" porque en la olla también habían plátanos para ella.

Si ella tan solo se hubiera detenido a pensar por qué yo la incluí en el comentario. Además, la forma en que yo le dije, el tono, influye en el momento de transmitir un mensaje. No la estaba culpando de que los plátanos se pudieron haber quemado, porque yo nunca le dije que estuviera pendiente a la estufa.

Pongo este ejemplo para que vean cómo un comentario puede mal interpretarse.

Muchas veces interpretamos las cosas por como somos nosotros o lo que haríamos, y no por la persona que lo está diciendo. Por eso no es bueno recibir información de un tercero, porque informa lo que quiere, le da el sentido que quiere y cuando te das cuenta creas un problema de algo que no fue concebido como un problema, solo porque alguien interpretó el mensaje que escuchó de otra forma y así te lo dijo a ti.

Así que la próxima vez que nos digan algo, detengámonos un momento a escuchar, y si no entendemos, preguntemos, para evitar malas interpretaciones y llevar la fiesta en paz.

lunes, 28 de julio de 2014

COCINERO POR NECESIDAD

Los hábitos, para bien o para mal, van definiendo poco a poco tu estilo de vida. Lo que vas haciendo día tras día, tus costumbres, son las que van a hablar por ti. Si ya no tomo no me pueden asociar con bebida, por ejemplo.

Cuando inicíé el proceso de ripeo no sabía que iba a llevar un desarrollo paralelo en el área de la cocina.

En el afán de comer más saludable me he visto en la obligación de crear el hábito de ir periódicamente al supermercado y al mercado a comprar los alimentos que tengo que sazonar, que tengo que cocinar y que me tengo que comer.

Con la ayuda de personas que he conocido en las redes, con recetas que busco en internet, con los consejos de la doña, de mi hermana, de Junito y Jenny, y con mi disposición e interés, he aprendido a aprender a cocinar, de la nada, desde cero, dañando y salando comidas a dos manos, pero siempre mejorando.


Increíblemente, los supermercados y mercados se han convertido en uno de mis lugares favoritos para visitar, aunque mi bolsillo no diga lo mismo. Ya no voy al super a chocar los tendones de las demás personas con mi carrito por andar manejando como un loco. Ahora comparo precios, voy con mi lista desde mi casa después de ver las cosas que me hacen falta, aunque siempre termino caminando todas las góndolas y comprando cosas que no necesito pero que quiero probar.

En el mercado me pasa igual. ya tengo puestos fijos a los que voy, tanto con los embutidos como con los vegetales, tubérculos y frutas. Desde que voy llegando me vocean que cuántas libras de batata voy a querer. Lo único que no me favorece es que voy al mercado cuando salgo del trabajo y ya los vegetales, en comparación con los que venden temprano por la mañana, no están tan frescos, pero de todas formas tengo que comprarlos.

Me ha tocado también ir al super cuando salgo del gimnasio, sudado y con pantalones por encima de la rodilla. Al principio me resultaba incómodo, pero ya al segundo día de hacerlo, caminaba ahí adentro como que no era conmigo, total, ninguno de los que me miraba raro me decía que me iba a pagar la compra en caja.

Y de esta forma fue como me convertí en un cocinero por necesidad.

miércoles, 25 de junio de 2014

UN CUADRO A LA VEZ


Hace unos días, cuando era un jamón -como dice un amigo para referirse a los que están fuertes pero no están definidos-, decidí “ponerme para los cuadritos”. Es el término que cariñosamente se utiliza para definir los músculos del cuerpo, incluyendo los del abdomen.
Hablé con mi entrenador, gurú y sensei, César Ortiz, para que me dijera lo que iba a necesitar, sin imaginar que a 4 semanas de ese día iba a estar a varios cientos de kilómetros ‘8 …. de donde había iniciado. Ya había tomado la decisión de ponerme en eso y no había vuelta atrás.

Dentro de los cambios en la alimentación estaba la eliminación de raíz del refresco y el alcohol, excepto el vino…… el vino…. un hombre que no toma esa vaina. Yo nunca he sido ese gran bebedor, pero cuando me junto con los muchachos siempre hay un Barceló o una cerveza que hay que rendirle los honores, pero eso ya sería cosa del pasado. Ya me imaginaba en los lugares públicos contemplando una de mis opciones: un Gatorade, un agua o un jugo sin azúcar mi hermano, oiga que poema! Pero todo por obtener mis resultados.
Compré todos mis venenos, como se les llama a los suplementos, e hice una lista de los alimentos que iba a necesitar para empezar a bajar la barriga y el porcentaje de grasa. En el mercado de la Feria Ganadera compraría la mayoría de las cosas, donde un pollero en el ensanche Kennedy compraría la pechuga de pollo -con hueso, más adelante aprendería a deshuesarla-, el pescado lo mandaría a buscar a Boca Chica con uno de los 5 compañeros de trabajo que viven allá y a los asaltadores de los supermercados sólo les dejaría las latas de tuna, aceite verde y 2 o 3 cosas más. Comer saludable para este proceso buscando economía, en resumen.

El lunes le digo a César que estaba ready para empezar. Fire to the can!!! Iniciamos el proceso con rutinas de mucha intensidad, y mucho peso. Luego de las pesas, lo nuevo para mi: cardioHIIT, el infierno vestido de caminadora o de elíptica, dependiendo del humor de César de ese día, y de qué tan explotado me hayan dejado las pesas -a más explote, con más maldad me trabajaba-. Al final de cada rutina del gym, podía llenar una cubeta exprimiendo el t shirt. Sudaba más que el novio que entra al baño en la casa de la novia y no encuentra papel al final de la jornada.
Ya en el trabajo empiezan los relajos con mi comida, que "eso no es comida de hombre", que "y todas esas hojas?", que "y el arroz dónde está...?"….  y haciendo apuestas entre ellos del tiempo que voy a durar antes que me jarte de comer así y estar tan enfocado en el gym. Y yo callao.

En mi casa, mami, feliz porque yo me estoy preparando mis desayunos, meriendas, comidas, fregando todo lo que ensucio…. hasta el punto que hoy en día ella está comiendo lo mismo que yo y le está bajando a la comida con grasa. Pero, como siempre, “Melo, ya no te pongas más fuerte, mira eso brazo muchacho”. A mi hermana el primer día la puse a tomarme una foto para luego hacer el antes y después -claro, si en Instagram lo hacen, aunque sea negro, yo no me iba a quedar sin ese bultaso-.
 Llega el fin de semana y empiezan los coros y Satanás pasándome la cola sucia de romo por el lado. Ese sábado fue la primera vez, en la ya un poco larga historia de mi vida, que pido un vino en un Drink. Me lo tomé en un parque junto con Vanessa y Luis, quienes no pusieron resistencia y se bajaron su vino en su vaso plástico junto conmigo, como que la vida ya no vale nada.

El domingo lo hice un poco más hardcore y le caigo al Pollo en Krystal -discoteca under que está en el ensanche La Fé-. Cuando llego, tienen 2 Buchanans encaramao sacándome la lengua del largo de aquello. Y qué hizo este tolete de hombre???? Pidió un agua. Gracias. Yo sentía que hasta el DJ me estaba mirando raro. En fin, ni el Pollo ni Crópata ni Juan me dijeron nada, porque por lo regular cuando uno no está en bebida los amigos se molestan y le dicen dos vainas a uno, pero na, ellos también saben en lo que estaba y yo sobrio o con alcohol no es mucha la diferencia.
Llega la semana dos y tengo 5 días de vacaciones en el trabajo. Eso significa que tengo que ir al gym a la 1:30pm para darle con César que entrena a esa hora. Eso solo significaba que Belcebú arroparía mi ser y me dejaría en los huesos. Me encomendé a mi Señor Jesucristo esa semana y gracias a Dios solo fueron 5 días de vacaciones, porque quizás hoy este post no se estuviera escribiendo.

Han seguido pasando los días. Voy por la mitad de la semana 4. He bajado el porciento de grasa notablemente -de un 15.2% a un 12.7%- Creo que ya voy por 6 cartones de huevos hervidos. Ya no pido entre los dientes un agua o una ensalada cuando salgo a cenar. Me siento mucho más saludable. Aunque no he aumentado notablemente las libras -de 172lbs a 176lbs- me veo más fuerte porque estoy más definido y seco. Las piernas, pecho y espalda me han mejorado bastante que son músculos malos que tengo, y es donde mayor atención debo poner.
La ropa es un problema porque al aumentar medidas ya no tengo camisas ni para trabajar, y los pantalones me pelan en la entrepierna, tendré que ponerme licras.

Fuera de lo que es la relación entrenador/entrenado, César inició a trabajar en el gimnasio Palace justo cuando yo me inscribí allá y hemos hecho ya una amistad de 4 años. Siempre está encima de mi escribiéndome por Whatsapp, diciéndome qué comer y qué no, un seguimiento tanto dentro como fuera del gimnasio. Aparte de todo, la mejor promoción que César puede tener es que la gente vea los cambios que ha hecho conmigo y se anime a que él lo entrene. De hecho, ya dos personas se han puesto en contacto con él después de hablar conmigo por los resultados que estoy teniendo.
Pero más allá de los suplementos, alimentación, rutinas, está la disciplina que he tenido desde que tomé la decisión de hacerlo. Todo está en la mente y si dije que iba para allá, que me esperen con la banda de música de los bomberos si quieren, que para allá voy.

Mi consejo es que si usted no tiene ánimos de ir a gimnasio porque se siente muy vago, porque eso no es para usted, por X o por Y, intente yendo un día a la vez, la rutina va haciéndose un hábito y ya después el día que no vaya hasta mal se siente. Yo empecé a ir al gimnasio junto con Jeancarlo hace como 11 años y puedo durar 2, 3 meses sin ir dependiendo qué tan ocupado esté, pero ya es un estilo de vida que se crea y no hay forma que se deje.

miércoles, 27 de noviembre de 2013

MUCHAS VECES NO ES SUFICIENTE

Muchas veces estamos rodeados de gente por el miedo a estar solos, a no encontrarnos en ese espacio donde solo estamos con nosotros mismos, enfrentarnos a nuestra realidad, la realidad que no queremos afrontar, prolongando ese encuentro tanto como podamos.

Muchas veces hace falta mirarnos desde denrto en la soledad de nuestro silencio, desde la tranquilidad de nuestra desesperación, esa que nos lleva a un forzoso retiro de esos escapes que buscamos como excusas para no confrontarnos.

Muchas veces el eco de la noche es quien mejor sabe escucharnos cuando no sabemos qué decir, cuando la realidad es inminente.

Muchas veces sabemos cuál es la solución, pero nuestro masoquismo se interpone suavizando ese dolor, haciéndonos creer que estaremos bien, apartándonos la mirada de esa decisión que nos libera y despeja de dudas. Ese masoquismo.

Muchas veces escribir los temores y miedos es lo más valiente que podamos hacer.

Muchas veces no es suficiente.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

ME ESCUCHA?

Gente que camina, gente reunida, gente que hace fila, gente que se va a dormir, que maneja, que va rumbo a su trabajo, que está trabajando.... niños, adultos, jóvenes, personas mayores.... nadie está ajeno a la fiebre de tener un par de audífonos. Y es que la facilidad de tener unos hace que ya todo el que tenga un dispositivo donde conectarlo los use.

Ahora al peatón hay que cuidarlo porque anda como zombie al cruzar la calle, no mira para los lados ni escucha bocinas, bueno sí, escucha las bocinas que tiene metidas en los oídos.

En las filas no hay que someterse a la tortura de escuchar al que le queda atrás quejándose de que la fila no avanza.

En el trabajo siempre hay alguien que tiene su música con bocinas de las que se conectan a la PC, que todo el mundo tiene que escuchar lo que ellos escuchan. Con los audífonos se acabó ese relajo.

Algunas personas le hacen operaciones a los audífonos para hacerle funcionar por lo menos un lado cuando se dañan.

Pero como no todo es alegría y felicidad, a la larga esta moda afectará el sistema auditivo, porque tener un tucutú tucutú tucutú todo el tiempo en el oído debe afectarlo al menos de forma mínima.

Así que si va a usar sus audífonos, úselos con moderación porque no voy a estar repitiéndole las cosas dos y tres veces porque no me escuche.

Me entendió? Me entendió?