miércoles, 11 de septiembre de 2013

ME ESCUCHA?

Gente que camina, gente reunida, gente que hace fila, gente que se va a dormir, que maneja, que va rumbo a su trabajo, que está trabajando.... niños, adultos, jóvenes, personas mayores.... nadie está ajeno a la fiebre de tener un par de audífonos. Y es que la facilidad de tener unos hace que ya todo el que tenga un dispositivo donde conectarlo los use.

Ahora al peatón hay que cuidarlo porque anda como zombie al cruzar la calle, no mira para los lados ni escucha bocinas, bueno sí, escucha las bocinas que tiene metidas en los oídos.

En las filas no hay que someterse a la tortura de escuchar al que le queda atrás quejándose de que la fila no avanza.

En el trabajo siempre hay alguien que tiene su música con bocinas de las que se conectan a la PC, que todo el mundo tiene que escuchar lo que ellos escuchan. Con los audífonos se acabó ese relajo.

Algunas personas le hacen operaciones a los audífonos para hacerle funcionar por lo menos un lado cuando se dañan.

Pero como no todo es alegría y felicidad, a la larga esta moda afectará el sistema auditivo, porque tener un tucutú tucutú tucutú todo el tiempo en el oído debe afectarlo al menos de forma mínima.

Así que si va a usar sus audífonos, úselos con moderación porque no voy a estar repitiéndole las cosas dos y tres veces porque no me escuche.

Me entendió? Me entendió?